lunes, 19 de agosto de 2013

Cuando te conoci, cuando no termino de conocerte.

Cuando te bese por primera vez, 
hablaste tanto de amor que pensé en salir corriendo,
que pensé en saltar de ese balcón y correr hasta mi cuarto,
pero no, no lo hice, quise sentarme a ver el sol salir, junto a ti
durante 365 días, un poco mas un poco menos,
decidí comerte a besos y hablarte de amor,
de esa vida juntos, los tres juntos.

Me senté a mirarte, a contarte todos los lunares,
pero deje de contarlos cuando vi el de tu nariz,
y el de tu brazo derecho, esos dos me enamoraron,
mas que tus historias, mas que tus histerias.

Somos ese amor que nadie comprende,
tan lento, tan besable, tan extraño.

Desearía sentarme, esta vez no a comerte a besos,
esta vez a tomar café contigo todas las mañanas,
junto a ti y junto a ella, la pequeña ella.