Siempre nos gritamos cosas como,
esas cosas que nos gritabamos,
que no terminaria, que tomarias mi espalda de rehen,
mi boca como descanso de la tuya.
Que quince es el numero perfecto,
y el licuado de mango conmbina con tus ojos y los mios con tu piel.
Gritabamos tan fuerte que solo nosotros podiamos escucharlo.
Tan fuerte que entrabas por la puerta mirandome y no hacia falta ya gritar...
Gritabamos para no hablar...para que la gente no tuviera excusas para ti y para mi.
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